CONOCER CANOSA DI PUGLIA

Nuestra historia

Según cuenta la leyenda, Canosa fue fundada alrededor del 1180 a.C., por el héroe griego Diomede. Fue un importante centro dauno y sucesivamente romano.

A lo largo del tiempo, Canosa estuvo influenciado por diferentes culturas, entre otras por los griegos, tanto que algunos hipogeos de Canosa tienen estilo griego, así como algunas inscripciones que han permanecido indemnes y pueden ser visitatadas en el Palazzo Iliceto.

Uno de los sucesos históricos más importantes del que formó parte la ciudad de Canosa fue la derrota de los soldados romanos en Canne.

Más tarde, estos últimos fueron acogidos por la matrona Busa, una mujer noble de Canosa, elogiada por el Senado y mencionada por Boccaccio en la obra “De claris mulieribus”.

Con la llegada del Cristianismo, Canosa se convirtió en un importante centro episcopal, cuyo mayor representante fue San Sabino.

Sucesivamente, Canosa sufrió la invasión de diferentes pueblos, entre ellos los Lombardos, los Bizantinos y los Normandos y formó parte del Reino de las Dos Sicilias, perdiendo poco a poco su importancia.

En el siglo XIX, en Canosa, fueron construidos numerosos palacios nobiliarios e iglesias que aún se pueden visitar hoy en dia (Palazzo Sinesi, Palazzo Iliceto…).

Actualmente, Canosa es una pequeña ciudad de 29000 habitantes que basa su economía principalmente, a nivel regional, en la agricultura y, a nivel local, en el turismo.




El puente romano

La primera construcción se remonta a la época republicana y se completó entre los siglos I y II a.C. por el emperador Trajano, con el fin de conectar el antiguo Canusium y la zona de Daunia, a través del río Ofanto.

El puente, compuesto por cinco arcos redondos sostenidos por enormes pilares en forma de pináculo, representa un maravilloso ejemplo de la arquitectura romana. Obtuvo su forma y estructura actual después de varios cambios que ocurrieron a lo largo de los siglos. El más importante de éstos fue hecho por Bourbons después del terremoto en 1731. Tiene una entrada libre.

Lapidarioa de los jadenes de la ciudad

Dentro de los jardines de la ciudad de Canosa di Puglia es posible admirar un pedazo de historia, el Lapidario, un sitio arqueológico con columnas, capiteles corintios y relieves funerarios. De especial relevancia son los grabados, que se pueden encontrar en las calles cercanas. El lapidario data de la época imperial, concretamente del siglo I d.C., pero los diferentes elementos fueron reunidos y ubicados en los jardines en los años 50. Los principales materiales que conforman el lapidario son: mármol blanco, granito y piedra caliza. La entrada es gratuita y libre.

La catedral de San Sabino

Situado en el centro histórico de Canosa, fue construido después de que los sarracenos destruyeran la estructura original y fue consacrado por el papa Pasquale II en 1101 a.C. A través de los siglos, diversos acontecimientos y fenómenos, incluyendo terremotos y saqueos, han dañado la catedral a tal punto que era necesario edificar una nueva perspectiva neoclásica en el siglo XIX. Desde un punto de vista artístico y arquitectónico, la estructura fue influenciada por los bizantinos. La catedral presenta planta de cruz latina y tres naves; está cubierta por cinco cúpulas bajas cuyas bóvedas se basan en arcos sostenidos por dieciocho pilares de mármol. Aunque no hay frescos, en su interior contiene preciosos elementos artísticos y religiosos, como el baldaquino apoyado por cuatro pilares de mármol rojo. En cambio, fuera de la catedral se encuentra el mausoleo del héroe normando de la primera cruzada: Boemondo D'Altavilla. La entrada es gratuita.

Museo de los obispos

Ubicado en Piazza Vittorio Veneto, el Museo fue construido en 1830 como el hogar de la familia Fracchiolla, fundadora del banco Principe di Napoli. Dado que el banco quebró en 1930, el edificio fue vendido al Arzobispo de Lecce Monseñor Francesco Minerva, quien vivió allí hasta su muerte en 2004. Ese mismo año fue donado a la Catedral de Canosa para convertirlo en un museo, que sería representativo de la historia de la ciudad, inaugurado oficialmente en 2013.

Contiene un total de 12 salones. Nueve de estos se utilizan como museo; el resto aún conserva el mobiliario original, lo que permite sumergirse en el ambiente de la época. Esta sección todavía se utiliza para exposiciones y sesiones de fotos.

También es original la presencia de hallazgos como el abanico litúrgico, una de las dos únicas piezas en el mundo, los guantes y bastones de varios papas, el trono del rey Fernando II y muchas otras maravillas.

Se puede visitar previo pago.

Baptisterio de San Giovanni

Inicialmente era un templo pagano o probablemente un balneario romano. Tuvo la función de templo solo después, gracias a la presencia de San Sabino (obispo de Canosa Di Puglia en el siglo VI) y a su extraordinario proyecto urbanístico y arquitectónico. Tal proyecto tenía función "de perímetro religioso". Definía los límites de la ciudad, rodeándola: al sur con la basílica de San Pedro, al norte con el baptisterio de San Juan y la iglesia de Santa María y al sureste con la basílica de San Leucio. El complejo del que forma parte el Baptisterio de San Juan, tiene otros dos edificios: la Basílica de Santa María y la Iglesia de San Salvador y está situado cerca de la Via Traiana.

A nivel estructural presenta una planta dodecagonal, en el centro tiene una pila bautismal rodeada por un deambulatorio formado por diez columnas de las cuales se conservan las siete. A lo largo de las paredes del polígono, en cambio, nos quedan once bloques de cimentación sobre los cuales probablemente descansaban las columnas de soporte de la cubierta.

Lo más probable es que el baptisterio estuviera decorado con mosaicos parietales de los cuales no tenemos nada más que tres fragmentos del pavimento original. En la parte exterior se abría un amplio atrio formado por dos alas porticadas y un espacio central descubierto.

A principios del siglo VII, debido a un terremoto, esta parte de la estructura se derrumbó y sobre las ruinas se construyó una basílica de tres naves.

La última modificación se realizó a finales del siglo XIX cuando la estructura se convirtió en una almazara.

Solo se puede visitar con reserva previa.

Hipogeo Lagrastra

Fuera de la ciudad hay un importante complejo funerario, compuesto por tres hipogeos, excavados bajo tierra en la toba. Construidos entre finales del siglo IV y principios del III a.C., fueron descubiertos en 1843 por Vito Lagrasta, a quien se debe su nombre. El descubrimiento fue completamente aleatorio, cavando un hoyo para el heno. El primero, el más grande de los tres, tiene una planta de cruz latina, se compone de nueve habitaciones y un amplio pasillo, decorado con semi columnas dóricas. El segundo se caracteriza por dos habitaciones en eje, en el pasado decorado por cuatro columnas, de las cuales dos dóricas son todavía visibles y sobre las cuales estaban situadas dos columnas jónicas desaparecidas en el tiempo. El último, sin importancia, presenta un único dromos, que termina con un compartimiento destinado al entierro y un segundo ambiente excavado en la pared derecha del hipogeo. Los Hipogeos Lagrasta son un claro símbolo del binomio de vida y muerte de las tradiciones canosas, por lo que vale la pena visitarlas.

Solo se puede visitar con reserva previa.

Hipogeo scocchera

Dos espléndidos hipogeos Scocchera A y B, situados uno frente al otro, fueron encontrados por pura casualidad en 1979 y 1895 respectivamente. Dentro del hipogeo de la Schocchera A, después de quitar los ricos ajuares funerarios, fueron descubiertos: una coraza anatómica de bronce; varios vasos de figuras rojas y un casco celta trabajado en voladizo. La Scocchera B, por otro lado, incluía estatuas de orantes, algunos pendientes, un cetro de oro, una serie de jarrones decorativos de plástico y copas de vidrio. La estructura fue posteriormente recuperada y puesta en relieve por la fundación arqueológica canosina a través de los fondos de 5x1000. Canosa invita a todos a visitar estas riquezas de arqueología, historia y cultura para que todos puedan hacer un viaje en el tiempo.

Solo se puede visitar con reserva previa.

Mausole Bohemundo

Al menos una vez en la vida se debería ir a Canosa di Puglia, para poder admirar el monumento fúnebre, conocido como "Mausoleo de Bohemundo" por el nombre de uno de los comandantes de la Primera Cruzada, Boemondo I D'Altavilla. Este monumento está situado al lado de la catedral de San Sabino y para recibir a los turistas está presente, grabado en el centro del monumento fúnebre, en el suelo, el nombre del líder. El héroe fue enterrado en este lugar por voluntad de su madre, consciente de su sentimiento de amor hacia San Sabino y Canosa. El Mausoleo está inspirado en el templo que domina el Santo Sepulcro de Jerusalén, dividido en dos partes: la superior con tambor octogonal cerrado por una cúpula ovoide y la tumba cuadrangular con ábside semicircular, revestido de losas de mármol.

Accediendose al interior por una puerta de bronce de doble hoja.

Actualmente se puede visitar.

Arco de Trajano

Uno de los tesoros más importantes de Canosa di Puglia es un arco romano que data del siglo II, llamado Arco de Trajano. También es conocido como Porta Varrone, llamado así por el cónsul romano Gaius Terenzio Varrón, quien fue derrotado en la batalla de Cannas. La estructura estaba en la calle Traiana. El arco actualmente está parcialmente enterrado y antes estaba revestido de mármol. Es posible detectar lesenas en los bordes exteriores que servían de soporte para el entablamento. Fue objeto de varias restauraciones en el siglo XIX. El arco es el testimonio de cómo la historia romana involucró a Canosa di Puglia en todo su esplendor.

Termas Ferrara

Cruzando el centro de Canosa di Puglia generalmente no se presta atención a un importante complejo termal público, Termas Ferrara. Estos llevan el nombre del propietario del complejo, que data del siglo XIX, y que actualmente se encuentra en Piazza Terme. Son accesibles a través de una gran vitrina situada en el centro de la explanada caracterizada además por un visible mosaico pavimental blanco y negro que representa una escena marina.

En el pasado era posible beneficiarse de los servicios de este lugar dirigidos al bienestar y al cuidado personal, como por ejemplo baños en aguas perfumadas, calientes y frías.

Actualmente no es accesible.

Hipogeo Varrese

Data de los siglos IV y III a.C. e incluye un dromos (corredor) y cinco celdas. Este hipogeo es muy importante ya que en su interior se ha encontrado un rico ajuar funerario con un vasto muestrario de cerámicas y jarrones. En décadas pasadas esto era desconocido para el público pero en 1971 fue redescubierto y analizado. Hoy es posible visitarlo.

Basìlica de Santa Sofìa

Se encuentra en el centro de la zona norte de la necrópolis de Ponte della Lama. En el centro de la zona se encuentra la basílica y las catacumbas paleocristianas de Santa Sofía. Aquí se han encontrado quince sepulturas, un sarcófago y tumbas de caja. Posteriormente, estos hallazgos fueron interpretados como un edificio funerario. Fue construida entre los siglos V y VI d.c. Según los pactos lateranenses de 1929, las catacumbas pertenecen al Estado del Vaticano.

Hipogeo de vico San Martino

Situado en la calle del mismo nombre, el hipogeo ha pasado por varias etapas. Nace en el siglo V a.C. como necrópolis con tumbas en fosa, en el siglo IV/III a.C. Luego, alrededor del sitio se construyeron unidades habitacionales; también se han identificado estructuras como cisternas, pozos y canales que datan del siglo II/I a.C.

Hasta la fecha de esta estructura solo quedan parte del ajuar y se puede visitar la tumba más monumental.

Hipogeo D'Ambra

Data de finales del siglo IV y principios del siglo III a.C.

El hipogeo, excavado en arcilla, presenta una puerta dórica al final del dromos, decorado con relieves, donde se encuentran un dintel, tímpano y dos pilastras laterales.

Entrando en el interior del hipogeo se puede notar la subdivisión; un primer espacio, donde se encuentra una bóveda de medio punto desde donde se puede acceder a tres cámaras de sepultura, la primera está situada en la pared del fondo, en cambio las otras dos son simétricas y están situadas en las paredes laterales.

Templo de Giove Toro

El Templo de Giove Toro es un templo romano situado en el centro de la moderna ciudad de Canosa di Puglia.

Hasta la fecha solo conservamos los restos del templo. Originalmente, era un templo periptero con 6 columnas en los lados cortos y 10 en los lados largos, una amplia escalera de acceso hacia el este y alrededor albergaba estatuas honorarias.

El templo fue construido en un edificio público de la primera mitad del siglo I, de los cuales todavía quedan algunos mosaicos.

En cuanto al nombre del templo, fue atribuido a Giove, Júpiter, ya que se encontró una estatua de este último, mientras que el atributo 'toro', hace referencia a la denominación medieval de las zonas elevadas.

Palacio Iliceto

Palazzo Iliceto es el museo cívico, situado en el centro histórico de Canosa en vía Trieste y Trento,14.

El museo se estableció inicialmente en el siglo XVIII como un palacio nobiliario, más tarde se convirtió en un museo en 1934.

El primer piso, actualmente no se puede visitar, mientras que en la planta baja hay una sección romana que presenta una exposición de una colección de epígrafes, entre los que podemos encontrar uno en griego, siempre encontrado en el territorio de Canoli.

Otro epígrafe relevante es la copia de una tabla de bronce en el 223 d.C., con un registro de los nombres de los decuriones romanos.

Basìlica paleocristiana de San Pietro

Es el primer complejo episcopal canonico. La construcción original tuvo lugar entre los siglos IV y V d.C., sin embargo ha sufrido modificaciones en el curso de los siglos sucesivos, hasta el siglo X d.C., cuando a causa de la progresiva decadencia se convirtió en un cementerio.

Hipogeo Monterisi

Se encuentra en vía Ai Avelli. Llamado así porque descubierto en el 800 por el campesino homónimo, es parte de una planta de tumbas con varias habitaciones.

Excavado en la toba, se accede a través de un dromos escalonado. Se compone de un vestíbulo con dos pilares en el centro y una celda con el techo de doble pendiente y una cama funeraria de toba decorada. Presenta numerosos ornamentos como relieves animales y tallados en las paredes. El hipogeo se remonta a mediados del siglo IV a.C.

Necròpolis dauna de piedra caìda

En el siglo IV-V a.C (época Daunia), se encuentra en la zona sur de Canosa di Puglia.

De las 29 tumbas a "grotticella" solo dos son 'a fossa', dotadas del característico dromus de acceso y de la cámara funeraria, todas con apertura hacia el este.

Las tumbas están todas hechas de la misma roca caliza grande, de hecho, el sitio fue utilizado como cantera a principios del siglo XX y para esto, buena parte de la Necrópolis, fue desestructurada.

Termas Lomuscio

Datan del siglo III d.C., han sido objeto de dos campañas de excavación e incluyen una gran área de la cual se conservan 5 habitaciones. Las habitaciones fueron restauradas y ampliadas en la antigüedad tardía. El elemento más característico del complejo es la phorica de planta circular, en la que se implantó el tanque de las termas e incluye también un segundo piso ocupado por el castellum acquae. Este último fue alimentado por un acueducto sobre pilones. Las termas están situadas en vía Venezia, 20 y son accesibles al público.